domingo, 6 de julio de 2014

El genocidio del pueblo Saharaui continúa impune luego de 38 años


Bandera de la República Arabe Saharaui Democrática

Cuando pensaban que lograban su autonomía y dejaban de ser una provincia española comenzó el martirio del pueblo Saharaui.  La República Arabe Saharaui Democrática (RASD) fue creada el 27 de febrero de 1976, el mismo día en que los soldados españoles terminaron de abandonar a los habitantes de la colonia del Sáhara Occidental. La RASD es un territorio no autónomo para la ONU, y es reconocida por 62 estados, los sudamericanos son Bolivia, Ecuador, Guyana, Uruguay y Venezuela y algunos otros de Latinoamérica y el Caribe son México, Cuba, El Salvador, Nicaragua y Jamaica, varios otros países congelaron o terminaron las relaciones por presiones de Marruecos o de EEUU (como Afganistán), pero la Argentina nunca mantuvo relaciones con la RASD. La  proclamación de la república autónoma se realiza oficialmente en Bir Lehlu (localidad situada en el noreste del territorio), aprovechando el vacío jurídico dejado por España y en un momento de excepcionalidad marcado por la guerra que mantenían desde unos meses antes con Marruecos y Mauritania, estos países pretendían repartirse el territorio de los saharauis, sin haber tenido en cuenta la opinión de ellos y sus derechos. El 14 de noviembre de 1975 se habían firmado en Madrid los “Acuerdos Tripartitos” entre España, Marruecos y Mauritania, que le "permitieron" a estos países invadir. De esta forma el rey marroquí Hassan II consiguió ocupar el Sáhara Occidental sin tener que enfrentarse al ejército español, ya que pocos días antes el 6 de noviembre de 1975, Hassan II había decidido ocupar por la fuerza  a la colonia española, para lo cual impulsó la llamada Marcha Verde y el ataque militar al territorio saharaui, enviando a invadir a unos 350.000 civiles y a 25.000 soldados. El rey lo hizo como respuesta a su derrota en la ONU, porque en un dictamen del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ), del 16 de octubre de 1975 se rechazó definitivamente la existencia de vínculos de soberanía de Marruecos con el territorio de la entonces colonia española de Sáhara Occidental, algo que nunca fue aceptado por Marruecos. Finalmente con la Marcha Verde y el despliegue militar se consiguió el objetivo primordial de Hassan II, que era intimidar y presionar al Gobierno español, así en tan solo unos días se firmó el acuerdo sin enfrentamientos. Hay que recordar que ese 14 de noviembre el gobierno del Estado español lo ejercía el entonces príncipe de España, y ahora ex rey, Juan Carlos de Borbón; lo hacía en forma interina porque el dictador Francisco Franco estaba enfermo (murió el 20 de noviembre de 1975), así fue el príncipe Juan Carlos, que tenía todos los poderes del dictador, el que aceptó la presión de Hassan II y cedió la colonia y a sus habitantes españoles sin ninguna resistencia. Al entregar el territorio a Marruecos y Mauritania sin tenerlos en cuenta, sin impedir que las tropas españolas colaboren con los invasores en la represión y dejando de reconocerlos como españoles, el pueblo Saharaui consideró que el príncipe Juan Carlos los traicionó y abandonó. Además unos días antes de firmar la entrega del territorio y como jefe del Estado español, Juan Carlos de Borbón había visitado en un viaje sorpresivo, a las tropas coloniales españolas destacadas en El Aaiún (la capital del Sahara occidental) y declaró que se le iba a dar la autonomía a los saharauis, algo que no cumplió.

Un poco de historia
Extensión de la cultura hassanía

A finales del siglo VIII comienzan a llegar a la costa del Atlántico, grupos de arabo-islámicos que estaban ocupando el noroeste de África, en un proceso de islamización a través de una lenta migración y de un gran proselitismo religioso entre los pueblos. El segundo gran acontecimiento en la formación del actual pueblo saharaui  fue en el siglo XI, con otras invasiones masivas de los árabes procedentes de la península arábiga quienes atravesaron el desierto norafricano, llegando al Atlántico dos siglos después, y se instalaron en Saguia el Hamra (al norte del Sáhara Occidental), luego durante los siglos XIV y XV se fueron extendiendo hacia el Sur, a Río de Oro, la otra región de la futura colonia y a otros territorios sureños imponiendo la cultura hassanía, similar a los mauritanos y argelinos pero diferente a la de la inmensa mayoría de los marroquíes. A la vez, a fines del siglo XIV y principios del XVI, los portugueses y los españoles, desembarcan en diferentes puntos de las costas saharauis, pero hasta mediados del siglo XIX, el territorio de los saharauis, sigue totalmente libre de ocupación extranjera, aunque  sí existieron relaciones comerciales de siglos entre saharauis y sus vecinos y con los españoles,  principalmente de las cercanas islas Canarias, y a pesar que en el siglo XVI, el Sultán de Marruecos intentó conquistar los territorios situados más al sur y no tuvo éxito ya que las tribus del Sahara le pagaron tributos pero no se sojuzgaron políticamente al Sultán marroquí, algo que no acepta el gobierno de marruecos pero que tampoco ha podido probar, ya que aún son importantes las diferencias culturales y políticas entre los saharauis y los marroquíes. Las tribus saharauis tenían una especie de gobierno comunal con una Asamblea compuesta por representantes de cada tribu saharaui, las cuales se dividían en subtribus, que tenían su autonomía. En el Congreso colonialista de Berlín de 1884-85, España logra que se le conceda a las regiones de Saguia el Hamra y Río de Oro como "territorios a colonizar" y en Julio de 1886 ya se había firmado el Acta de Idjil entre los dirigentes saharauis y los españoles por la cual se aceptaba el establecimiento de factorías comerciales españoles en el país saharaui. Desde 1906 el rey español Alfonso XIII impulsa una política colonial para apoderarse definitivamente de los territorios de Saguia el Hamra y Río de Oro como la colonia de Sahara Occidental. Así, se ocupa la Güera en 1920, Aaiún, Dora y, en especial, Smara en 1934 con lo que se consagra la colonización del Sahara por España con la ayuda de Francia que ocupaba Marruecos. El fin de esta etapa se determina por la conferencia hispano-gala de Bir Moghrein de diciembre del mismo año donde se reparten los territorios. Entre enero de 1958 y 1961, el dictador Franco convierte al Sahara Occidental en una provincia más de España, con servicios administrativos y representación en las Cortes de forma similar las restantes provincias españolas y los saharauis eran considerados ciudadanos españoles. Esto se contradice con el texto de la Ley de Descolonización del 19 de noviembre de 1975 (40/1975), firmada por el príncipe Juan Carlos de Borbón, donde el Sahara Occidental ya no se considera como una provincia, sino que es considerado como un "territorio no autónomo", con “analogías al provincial” pero que nunca formó parte del territorio nacional, o sea que para Juan Carlos nunca fue una provincia y los saharauis no eran españoles como figuraba en sus documentos y como está en la ley de 1961 (la 8/1961) .



Los campamentos en Argelia
El genocidio

A partir de la invasión marroquí ordenada por Hassan II de noviembre de 1975, una gran parte de la población saharaui tuvo que huir hacia el desierto donde instalaron campamentos. El genocidio Saharaui, comenzó a finales de enero de 1976 (todavía estaban los españoles), cuando a la aviación marroquí se le ordenó comenzar a bombardear a los civiles de los campamentos en el desierto, los cuales estaban principalmente habitados por ancianos, mujeres y niños, ya que la mayoría de los hombres estaban luchando, con los pocos medios que tenían, contra el invasor marroquí. Primero fue bombardeada la población civil en los campamentos de Amgala y Tifariti, con un saldo de decenas de muertos y cientos de heridos. Unos días más tarde fue bombardeado el campamento de Bir N´zaran, y los días 18, 20 y 23 de febrero de 1976, la aviación de Marruecos bombardeó el campamento de Um Draiga pero con bombas de fósforo blanco y napalm (pueden producir temperaturas entre 1500 y 2000ºC), armas prohibidas que usaba en esos momentos la aviación yanqui en Vietnam y unos años antes el ejército  del dictador cubano Fulgencio Batista contra el pueblo cubano. El resultado de los ataques marroquíes con napalm a Um Draiga fue de al menos 2.000 civiles asesinados, principalmente niños, mujeres y ancianos y muchos más quemados. Los ataques de la aviación marroquí contra los campamentos continuó hasta finales de marzo de 1976, cuando Argelia recibió a los saharauis como refugiados en la región de Tindouf; 38 años después siguen en esos campamentos de refugiados de Tindouf (llamados El Aaiun, Auserd, Smara, Dakhlao o 27 de febrero), más de 165.000 saharauis que permanecen el desierto más duro del planeta, separados de los que están perseguidos en los territorios ocupados por los marroquíes y dependiendo  totalmente de la ayuda de organismos internacionales. 




El “Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro” o Frente Polisario había iniciado la lucha contra España en 1973 y, desde febrero de 1976, el gobierno de la RASD, y el Polisario que la dirige, inicia la lucha del pueblo saharaui por su autodeterminación contra sus vecinos que los quieren dominar, con grandes batallas como las de Lamsayel,  Lamsied y Uaragziz con cientos de muertos y heridos. En los ’80 los marroquíes empiezan construir un muro de 2720 kilómetros (es el más grande del mundo) de arena y piedra, que divide el Sáhara Occidental en dos, la zona ocupada y la zona liberada de la RASD y el Polisario (ver mapa). La guerra armada sigue por varios años, hasta que se firma de un alto el fuego con Marruecos bajo los auspicios de la ONU y la Unión Africana (UA) con el nombre de "Plan de Arreglo", aprobado por el Consejo de Seguridad el 29 de abril de 1991, bajo la Resolución 690. Un tiempo antes la guerra del Frente Polisario contra Mauritania había concluido el 5 de agosto de 1979, cuando Mauritania se retiró y cedió Río de Oro, lo que consideraban su parte del Sahara Occidental, a la RASD; pero Marruecos no reconoce esa cesión y ocupó militarmente ese territorio unos días después. Por esta anexión, la ONU aprueba una resolución en la que reconoce al Frente Polisario como el único y legítimo representante del pueblo saharaui, a la vez se considera que el reino de Marruecos es una potencia ocupante.  La RASD es uno los países miembros de la UA, como miembro de pleno desde 1982, poco después Marruecos abandonó la Organización para la Unidad Africana como se denominaba entonces la UA.  desde entonces el rey  Mohamed VI no acata las resoluciones de la Unión Africana  y la ONU, como lo hacía el régimen del apartheid de Sudáfrica, así tampoco acepta al  enviado especial de la UA, el ex presidente de Mozambique, Joaquim Chissano, en el comunicado marroquí dice que "la UA no tiene ninguna base jurídica ni fundamento político o legitimidad moral para intervenir de cualquier manera en este expediente" porque le incumbe "exclusivamente a la ONU tratar sobre el Sáhara marroquí" (como ellos lo llaman). Sin embargo Marruecos obstaculiza desde 1991 la realización de un referéndum de autodeterminación patrocinado por la ONU, e impide el trabajo de Christopher Ross, el enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental. Mientras el gobierno de Marruecos está preparando un "plan estratégico para el 2020 y para que "el territorio Sahara Occidental sea explotado de forma razonable”; un  "plan estratégico" para el desarrollo socioeconómico de un territorio en estado de sitio y con la falta de derechos fundamentales de los habitantes sobre los que se intenta planificar. 



Como se dijo antes, más de 30 años después de la invasión, las familias saharauis siguen separadas por el muro y el desierto y, como se verá, con nombres y apellidos e idiomas distintos (el francés de los marroquíes y el español), y una educación diferente, porque además se perpetra un genocidio cultural en las zonas ocupadas por Marruecos, donde los saharauis que no se pueden ir, sufren maltratos, discriminación, torturas, asesinatos, desaparición y toda clase de violaciones a su cultura y a sus derechos humanos. Este es un genocidio cultural con prácticas racistas con gran  semejanza con la política de discriminación racial del apartheid de Sudáfrica, porque a la población saharaui se le pretende lesionar su integridad al destruir su historia, su patrimonio y la forma de vida tradicional, lo cual es imprescindible para su existencia como grupo nacional (artículo1º párrafo2º de la Carta de las Naciones Unidas). Los marroquíes no permiten el estudio de la cultura y la historia saharauis en las escuelas de la zona ocupada por ellos e imponen una política que pretende “marroquinizar a los saharauis” a partir de la educación, lo que se realiza a través de los manuales escolares, los exámenes diferenciales y una infinidad de medidas coercitivas y discriminatorias en el ámbito escolar y social. Esta destrucción del patrimonio saharaui fue denunciada últimamente por Farida Shaheed, Experta independiente de Naciones Unidas para los Derechos Culturales, en su informe dice que por el sistema de enseñanza existente en los territorios ocupados, los saharauis "sólo aprendían la historia oficial de Marruecos y no se les enseñaba su propia cultura ni de su propia historia". La experta independiente recuerda que esto está en contra con el artículo 29º de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño ("Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores"), y con el artículo 5º de la Declaración de la UNESCO sobre la diversidad cultural. La Asociación Saharaui para Proteger y Divulgar la Cultura y el Patrimonio Saharaui (ASPDCP), es una de las instituciones que denuncian las violaciones de los derechos culturales del pueblo saharaui en los territorios ocupados.

Otro hecho brutal para imponer la cultura marroquí que sufre el pueblo saharaui es que le cambiaron los nombres a todo los de ese pueblo para asimilarlo. En la cultura tradicional del Sahara Occidental, siguiendo una costumbre árabe anterior al Islam, le dan un nombre al recién nacido y le añaden el de su padre y después el del abuelo paterno. Pero los marroquíes les alternaron el nombre y les pusieron compulsivamente a todos los saharauis  un solo nombre y un apellido como es en Marruecos, el apellido no era el nombre del padre sino uno inventado por ellos. Hasta ahora los saharauis no pueden anotar a su hijo con el nombre que quieran sino el que les imponen, una violación de derechos masiva en contra deartículo 8º de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño ("...respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre..."). Por ejemplo cuando el combatiente del Frente Polisario Mohamed Sidi Mohamed Salem Emhamed cayó preso, en la cárcel le cambiaron el nombre por Sidi Mohamed Dadach.


Luego de años de estar sometidos a condiciones de existencia que buscan su destrucción como pueblo, en mayo de 2005, los saharauis comienzan en los territorios ocupados lo que denominaron la Intifada por la Independencia y contra el genocidio, fue una oleada de manifestaciones pacíficas en contra de la ocupación marroquí, pero que tuvieron escasa repercusión en el mundo. Durante meses, la población saharaui salió a las calles de sus pueblos masivamente, desplegando la bandera de la RASD, y con una gran participación de los jóvenes. La respuesta represiva de los marroquíes contra los saharauis fueron detenciones, torturas y juicios irregulares por los cuales reconocidos activistas como Aminatou Haidar o Ali Salem Tamek fueron encarcelados, además las fuerzas de intervención marroquíes entraron de forma indiscriminada en las casas de los saharauis destruyendo y rompiendo todo lo que encontraban y golpeando o secuestrando a sus ocupantes.

En octubre de 2010, comienza a formarse un campamento de protesta saharaui en Agdaym Izik (Campamento de la Dignidad), a unos 16 kilómetros al sureste de la ciudad de El Aaiún, llegando a reunirse más de 20.000 personas, pero el 8 de noviembre de 2010 (luego de un discurso del rey de Marruecos, Mohamed VI), la policía marroquí atacó (con unos 3000 efectivos), y disolvió el campamento violentamente iniciando otro  período de represión intensa en varias localidades, con 11 muertos, cientos de heridos y centenares de personas que sufrieron detenciones arbitrarias y tormentos. Unos días después se sumaron enfrentamientos con la población marroquí implantada, en las localidades de Smara y El Aaiún. El Frente Polisario señaló que luego de varios días de represión los fallecidos eran diecinueve, 723 los heridos y 159 desaparecidos y el ministro de Exteriores de la RASD, Mohamed Uld Salek, denunció que en la ciudad de El Aaiún había cadáveres degollados y con impactos de bala, tirados en la calles, que el ejército marroquí dejaba a la vista para intimidar a los saharauis. El presidente del Parlamento saharaui, Jatri Aduh, sostuvo entonces que Marruecos lleva a cabo “un genocidio y una verdadera limpieza étnica contra el pueblo del Sahara Oriental”, situación que podría desembocar en un conflicto bélico. Por las durísimas penas que recibieron los presos políticos luego de esta represión, se inició una campaña Internacional por la liberación de los Presos políticos Saharauis. Recientemente el Comité de Defensa a la Autodeterminación del Pueblo Sahara Occidental, (CODAPSO), ante la grave situación de salud del defensor de derechos humanos y preso político saharaui Yahya Mohamed El Hafed, que realiza una huelga de hambre, reclama por su salud y denuncia, junto a otras organizaciones de derechos humanos y sociales, la grave situación carcelaria que sufre hace varios años junto a otros presos.

En uno de los raros casos en que los saharaui pudieron acceder a la justicia, la Fiscalía de la Audiencia Nacional española, por el fiscal José Perals, dictaminó que en el Sáhara Occidental se cometieron delitos de genocidio y lesa humanidad contra ciudadanos españoles y en territorio español porque..."por la legalidad internacional, ese territorio no puede ser considerado marroquí" y, en consecuencia, "España de jure, aunque no de facto, sigue siendo la potencia administradora". Son dos causas en la justicia española, una iniciada en el 2007 por el entonces juez Baltasar Garzón, en la que se describe "el plan sistemático de eliminación del pueblo saharaui, que se realiza de forma organizada y jerarquizada" por el Ejército de Marruecos desde la ocupación del Sáhara Occidental, precisándose casos concretos entre 1975 y 1980. Trece marroquíes de altos cargos están imputados. La otra es por  al desalojo violento entre octubre y noviembre de 2010 del campamento en Agdaym Izik, en el que fue asesinado el ciudadano saharaui con nacionalidad española Baby Handay Buyema (le habían cambiado le nombre por Babby Kankan), además de otras 18 pesonas. Entre los imputados están el ministro del Interior marroquí, Taieb Cherkaui, los de Defensa y Asuntos Exteriores,entre otros funcionarios. Hay que tomar en cuenta que, incluso durante el gobierno del PSOE, no era fácil investigar en España sobre el Sáhara Occidental, por ejemplo a mediados de noviembre de 2010, mientras se desarrollaba la violenta represión luego del ataque al campamento de la Dignidad, el entonces vicepresidente primero "socialista", Alfredo Pérez Rubalcaba, se entrevistó personalmente con el ministro del Interior marroquí y luego dijo que su explicación de los hechos fue "detallada y minuciosa" y que "refuta las acusaciones de los activistas y colectivos saharauis".








Actualmente el pueblo saharaui continúa dividido en dos, con el territorio administrado y defendido por la La República Arabe Saharaui Democrática (RASD) hacia el este, y muchos viviendo en campamentos de refugiados. Para su organización administrativo territorial, la .RASD está dividida en tres provincias (Wilayas) cada una de las cuales está formada por varias localidades (Dairas) y están los campamentos en Argelia. En la RASD los ciudadanos se expresan a través de los Congresos Populares de Base y del Congreso Popular General, que es la máxima instancia en el Estado Saharaui libre. Toda la población civil saharaui del territorio liberado está organizada en los comités populares existentes en cada localidad (Daira), que son los  encargados de decidir y llevar a cabo las tareas de la educación, la alimentación, la sanidad, la justicia y la producción artesanal. Actualmente la máxima autoridad de la RASD y secretario general del Frente Polisario es Mohamed Abdelaziz, quien estuvo a principios de junio con una delegación, en el Salvador para la asunción del nuevo presidente por el FMLN Salvador Sánchez Cerén. y luego viajó a Cuba, donde fue recibido por Raúl Castro quien reafirmó la solidaridad con la RASD, más de mil profesionales saharauis se formaron en instituciones educativas cubanas. Aparte de participar en la UA, la RASD realiza una intensa campaña de difusión, así, aparte del viaje de Mohamed Abdelaziz mencionado antes, hace unas semanas el Parlamento de Croacia expresó su apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y hace unos días el presidente Mohamed Abdelaziz se reunió con el presidente del gobierno español , Mariano Rajoy, en el marco de la XXIII cumbre de jefes de estado y de gobierno de la Unión Africana.


Mohamed Abdelaziz y Raúl Castro
Para terminar se presenta la versión marroquí en palabras del periodista paraguayo Luis Agüero Wagner "...al sur Marruecos también sufrió una amplia amputación a manos de España, dando origen a una entidad que hoy muchos llaman Sáhara Occidental... las raíces de varias dinastías de reyes marroquíes fueron así cortadas por la ocupación española, que estableció en conjunto con la ocupación francesa unas fronteras artificiales, inventadas por los conquistadores europeos... un conflicto, sostenido en los medios de comunicación a lo largo de 41 años por dudosas ONG", la versión completa  en atalayar.com.

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